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Algunos datos

Si hacemos un recorrido por la historia, encontraremos que el uso de los aceites esenciales se inicia desde las civilizaciones chinas y egipcias. Incluso los griegos y romanos utilizaban los aceites.

Para embalsamar, para rituales, para la higiene personal, para masajes y mucho más. Los aceites esenciales acompañan al hombre, proveyéndolo de los grandes beneficios que éstos nos dan.

Con el paso del tiempo y el avance en la medicina, se fue perdiendo el hábito y el conocimiento de usar las plantas como medicina natural. 

Sin embargo, el uso de los aceites esenciales vuelve a tomar auge, después de que Gattefosé (considerado el padre de la aromaterapia moderna) tuviera un accidente en su laboratorio mientras realizaba experimentos. Debido a una explosión sufrió quemaduras en una mano, así que llevó su mano a un recipiente que tenía esencia de lavanda; las quemaduras sanaron, su dolor disminuía, no desarrolló alguna infección y su cicatrización fue muy buena.

La naturaleza, la madre tierra nos regala los aceites esenciales para que ellos actúen en nosotros brindándonos lo mejor: salud y bienestar.

Los aceites esenciales tienen una gran variedad de usos a nivel físico, mental, emocional, espiritual y social.

Estos se obtienen de diferentes partes de la planta (semillas, la corteza, los tallos, las raíces, las flores y otras partes de las plantas)

aceites esenciales regalo de la tierra
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